el dedo en el ojo: noviembre 2006

jueves, noviembre 30, 2006

La verdad incómoda (An Inconvenient Truth, 2006)

Vivimos aterrados. No sólo por las dolorosas noticias locales, sino gracias a canales de TV como Discovery Channel o National Geographic. Grandes catástrofes, recreaciones del fin del mundo o virus que acabarán con todos nosotros son el espectáculo diario al que nos someten estos portavoces de un pensamiento científico sustentado en nada. Del otro lado, Al Gore (quien solía ser el próximo presidente de los EE.UU., según su propia descripción) recorre el mundo dando una larga y llamativa conferencia sobre el calentamiento global. Con tecnología de punta, sin alardes efectistas, utilizando contundentes datos científicos y estadísticos, Gore demuestra que esto sí es una tragedia. Pero también deja muy claro que se trata de un problema político y económico. Cero recreaciones por computadora y nada de imágenes aterradoras. Esos son los instrumentos de trabajo del ex-candidato a la presidencia y la herramienta de esta película de Davis Guggenheim que no es, para nada, espectáculo. El terror nos lo imponen y la tragedia podría evitarse.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 23 de noviembre de 2006

jueves, noviembre 23, 2006

Los infiltrados (The Departed, 2006)

Declarado maestro del cine por la opinión mundial, Scorsese impresiona de nuevo público y crítica con otra “película de acción”, que retoma con desenvoltura el argumento de un filme chino (Infernal Affairs, Hong Kong, 2002) para volver al discurso sobre la violencia que predomina en su obra. Quizás por estar situada en Boston en lugar que en Nueva York, aquí en Los infiltrados el ambiente resulta bastante indiferente y lo que marca la atmósfera es la asepsia de las modernísimas oficinas policiales, análoga a la de las pocas viviendas que se muestran. La historia está confiada a los planos cortos, ajustados al juego de los actores (todos magníficos y estremecedores), y a un montaje nervioso y preciso que pareciera no darse abasto para contar de causas, efectos, simultaneidades y sorpresas. Como ocurre desde Buenos muchachos, la hipérbole transforma la violencia en ferocidad, pero aquí invade llamativamente también el lenguaje, agresivo y soez como nunca. La clave de lectura del exceso es el tema del doble juego, de la traición, que permite al peculiar moralismo de Scorsese mostrarse de frente. Visual y verbalmente, la película concluye: “somos un país de ratas”.


Ambretta Marrosu
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 16 de noviembre de 2006

miércoles, noviembre 22, 2006

Mi vida por Sharon o ¿qué te pasa a ti? (2006)

Los documentales de Carlos Azpúrua son una muestra de integridad y de fidelidad a sus convicciones políticas casi excepcional en nuestro medio. Con sus bemoles, sus largos de ficción también mostraban estas cualidades. Por otro lado, el éxito de El aplauso va por dentro (Mónica Montañés) originó una ola de comedias ligeras con mujeres maduras, crisis de pareja y exaltación de la amistad adulta que aún hoy cubre las salas de teatro caraqueñas como una especie de pensamiento único. Por eso, la mezcla Montañés-Azpúrua no podía producir sino incoherencias. Mi vida por Sharon es una comedia (bastante aburrida) escrita y dirigida como una telenovela. Todo está contado a través de los diálogos y éstos son mostrados por planos y contraplanos de los personajes. Hay chistecitos sobre la situación del país, pero bien ligeros. ¿Qué te pasó a ti, Azpúrua? Pero algo bueno tiene la película: demuestra que este cineasta no tiene talento para dirigir telenovelas.

Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 16 de noviembre de 2006

lunes, noviembre 20, 2006

Perturbaciones en la Plataforma

La Plataforma de Cine del Ministerio de la Cultura dejó de ser una alfombra mágica, que pasea en la estratosfera entre rosadas nubes y ángeles cantores, al recibir algunos peñonazos lanzados por la momia vengadora, en este caso la Asociación Nacional de Cineastas Venezolanos (ANAC). La Plataforma es un invento reciente del Ministro Farruco para controlar, vigilar, etc. a todos los entes oficiales del cine, viejos como el Consejo Nacional Autónomo de la Cinematografía (CNAC) y nuevos como la Villa del Cine. La ANAC cuenta con varios lustros en estado de coma. En sus orígenes se preocupaba por el cine como arte, cultura, etc., pero luego se redujo a ser un gremio que pelea por plata para que sus afiliados hagan cine. La ANAC se queja de que el CNAC con 23 millardos en 2006, ha gastado sólo 7 en producción, y el resto lo ha malbaratado en viajes, festivales, sueldos, etc. De ser así la ANAC tiene razón en su casi póstuma protesta. Cuando se aprobó la Ley de Cine, la Asamblea Nacional calculó que el CNAC recaudaría cerca de 170 millardos en 2006. El CNAC ha recaudado apenas el 15 %, 23 millardos. ¿Y el resto? Puede ser que la AN se equivocara, pero no de manera tan descomunal. El CNAC es una caja negra que no suelta información. ¿Qué ha pasado realmente? El Ministro de Cultura tiene la obligación de responder a estas preguntas.


Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 16 de noviembre de 2006

viernes, noviembre 17, 2006

El diablo viste a la moda (The Devil wears Prada, 2006)

Según el título original, este diablo viste con ropa de Prada. Es decir que no huele a azufre ni estamos frente a un nuevo retrato antirrepublicano de Michael Moore. En realidad, el filme está más cerca de Betty, la fea que de cualquier problema político más o menos interesante. Es una especie de comedia romántica en el mundo de la moda, donde las transformaciones físicas y psicológicas de la protagonista son más importantes que su noviazgo. El problema es más bien ético y profesional. Pero eso no importa porque al final, pese a las humillaciones, la muchacha madura al tiempo que descubre el lado humano de su jefa-diabla. Ahora esa jovencita será una triunfadora con conciencia. Ingeniosas algunas referencias al personaje de M. Streep y, si el espectador conoce a los grandes diseñadores, lo pasará bien con algunos comentarios. Pero Prêt à Porter (Robert Altman, 1994) era una fábula mucho más sugerente que este cuento de hadas.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 9 de noviembre de 2006

miércoles, noviembre 15, 2006

Plan B (2006)

La película de Alejandro García W. presenta una trama de persecución inspirada en el thriller tradicional. Dos ladrones primerizos se ocultan en el Ávila, a raíz de un atraco. Una pareja que acaba de romper se atraviesa en su camino y terminan como mulas de los ladrones. Un comisario con problemas económicos persigue a los cuatro para quedarse con el botín. Las dos líneas narrativas se alternan sin que se logre el efecto de suspenso requerido. El perseguidor siempre va en lo más alto del cerro, mientras que los perseguidos parecieran seguirle porque se encuentran más abajo. Los momentos de pausa para desarrollar los supuestos conflictos dentro de los dos grupos son excesivamente largos, como la noche en que el secuestrado confraterniza con el cerebro del robo mientras su compañero cae en las redes de la ex novia transformada en vampiresa calculadora. Todos los personajes tienen tres rasgos, ni uno más. Hay una escena de sexo por puro interés que es tratada por el director como la expresión del más sublime amor entre dos jóvenes inocentes. Otro cineasta venezolano que no tiene nada que decir y, para demostrarlo, dirige una película.


María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 9 de noviembre de 2006

martes, noviembre 14, 2006

Amor en concreto (2003)

Deshilachada, ambigua, desigual, ecléctica. Tres ¿o cuatro? historias que se alternan. En un sitio dado, la Av. Liberación (la caraqueña Libertador), y un momento dado, la noche, los personajes coinciden sin relacionarse entre sí. Esta imagen se usa como articulación para pasar de una historia a otra, según un esquema estandarizado pero todavía eficaz. Si las historias son tres nunca se cruzan. Si son cuatro hay dos que confluyen. Pero son totalmente diferentes en género, expresión, inventiva. Una buena farsa con un travesti y un adolescente desorientado ante el sexo se pierde cuando, al centrarse en el muchacho, se vuelve psicologismo. Un excelente episodio -un marginal desempleado intenta robar a una doctora en crisis matrimonial- se banaliza cuando trata de pintar el entorno familiar de los personajes. Una terrorífica historia de amor entre un viejo che taxista y una cantante de cabaret. Tan increíblemente ridícula que uno se pregunta si es una sátira, donde todo significa lo contrario de lo que parece. Pero no, ¡horror!, va en serio. En esta película de Franco de Peña encontramos unas muestras de buen cine, sorprendentemente engastadas en una muy tosca montura.


Alfredo Roffé

miércoles, noviembre 08, 2006

Princesas (2005)

Princesas mantiene el patetismo que históricamente envuelve el personaje de la prostituta en la literatura y el cine. Incluso las figuras de las “triunfadoras”, maduras regentes de prostíbulos y malignas explotadoras de las jóvenes, ocultan en esas historias un pasado doloroso que las redime. Se expresa en ello una culpabilidad social, similar a la que sostiene la defensa de otras marginalidades. Suponemos que en épocas remotas (y en algunas sociedades primitivas o retardatarias de nuestro presente), cuando las mujeres de la familia constituían una propiedad a utilizar y resguardar, la institución de la prostitución femenina haya sido parte integrante de la organización social. Es sorprendente seguir descubriendo los signos y residuos de ese pasado, sin duda perverso, en la sociedad contemporánea. Pero lo que capta de ello León de Aranoa con sus Princesas es la exclusión, la polarización de la prostitución por un lado y la familia (y el amor tradicional) por otro. Ni la española Caye ni la dominicana Zulema han sido obligadas a ser prostitutas, ni la película nos cuenta el supuesto accidente inicial, o la supuesta vocación, que las decidieron. Sí nos demuestra su condición como una exclusión, prácticamente definitiva, a través de una narración pausada pero emocionalmente intensa, a menudo elíptica pero jamás fragmentaria. La hostilidad del mundo exterior se manifiesta por matices de actuaciones y ambientes. La representación de las violencias está reducida al mínimo resaltándose en cambio la atrocidad que entrañan por la misma capacidad de las víctimas de absorberlas. La amistad femenina surge en medio de mezquindades e incluso se nutre de pequeñeces para triunfar con una generosidad profundamente ajena a la retribución y el agradecimiento. Y, finalmente, la simplicidad y sinceridad del relato nos revela el patetismo, sí, de la soledad humana.


Ambretta Marrosu
Publicado en Ultimas Noticias el juees 2 de noviembre de 2006

lunes, noviembre 06, 2006

La ciudad de los escribanos (2005)

Esta no es una película "mala". Es decir, no hiere la sensibilidad del espectador, de la sociedad o nuestros valores. Pero tampoco es "buena" porque no genera reflexión importante o crítica alguna. El film de José Velasco simplemente narra los supuestos hechos que llevaron a la fundación del Colegio Tridentino de San Buenaventura en 1785, germen de lo que es la actual Universidad de Los Andes. También recrea los intereses políticos que trataron de obstaculizar tal labor. La intriga es político-monacal, con sus frailes, sus escribanos y valiosos manuscritos que son falsificados. Pero el joven Diego, aprendiz de escribano, ingenuo y virgen, resolverá el caso y el colegio se salvará (eso ya lo sabíamos porque la ULA aún existe). Al mismo tiempo, el muchacho descubre la poesía, el erotismo y su talento como escritor gracias a los libros del Index y a una campesinita, mientras su voz en off nos explica lo que ya vimos en la imagen. Todo muy bonito, con el páramo difuminado, recursos digitales y musiquita de fondo. Ah, hay un cura traidor, ¿pero qué es una excepción ante tanta bondad si el director se limita a mostrar su historia sin una mirada crítica o contemporánea? Mejor, así todos contentos: las Damas Salesianas, la Iglesia Católica y algunas autoridades de la ULA.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 2 de noviembre de 2006

jueves, noviembre 02, 2006

Volver (2006)

Los primeros minutos hacen pensar que Almodóvar hubiera recuperado el fresco y ácido humor de sus primeros films. Un estúpido y libidinoso marido es acuchillado y el cadáver congelado en una nevera. Un fantasma aterra a los vecinos de un perdido pueblo. Prometedor. Pero el cadáver se congela por el resto de la película y sólo recibe 2 ó 3 minutos al final, en un amable entierro. El fantasma no lo es sino que rápidamente resulta ser la madre de Penélope, que había decidido esconderse. Se acabó la diversión y comienzan las soporíferas conversaciones. El padre de Penélope la había violado y embarazado. La madre de la vecina más amiga se entendía con aquel padre desnaturalizado. La madre de Penélope quemó al padre desnaturalizado y a su amante mientras dormían plácidamente en una cabaña. Además aparece el cáncer y se aloja en la pobre amiga vecina. La ex fantasma se dedicará a cuidar la enferma. Horror. Claro que en 16 películas Almodóvar ha aprendido algunos trucos artísticos. En Volver abundan los vistosos planos desde arriba. Toallas de blanco papel que se impregnan de sangre, negras plañideras que revolotean alrededor de la sobrina de la tía muerta, y sobre todo Penélope, al lado de una cocina, con sus senos expuestos sobre un precioso sartén que más abajo sofríe unas vistosas verduras.


Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 26 de octubre de 2006

miércoles, noviembre 01, 2006

El método (2005)

Este film de Marcelo Piñeyro se parece a esos reality shows donde los participantes se insultan, actúan en situaciones aparentemente fortuitas y se expulsan entre ellos. Tal vez de ahí el éxito de la obra de teatro (estrenada en Venezuela bajo la dirección de Daniel Uribe y con Viviana Gibelli) y de la película. Una y otra aprovechan la fórmula, pero tienen el mérito de exponer su carácter ficticio. En el filme, siete aspirantes a un cargo empresarial están encerrados para someterse a unas pruebas de selección donde deben ir eliminándose. Cada prueba más humillante que la otra. La película (económica y digna) parte de la violencia laboral y la discriminación de género para tratar de hablar de la crueldad en las relaciones humanas. Todo en medio de una manifestación contra el FMI. Así se intenta recordar la globalización y sus efectos. Ni tan malo.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 26 de octubre de 2006