La Villa de los cortos (y III)

¿Cuál es el costo de los cortos producidos por la Villa del Cine? ¿Dónde se exhiben? ¿Quién propone los temas o selecciona los guiones? ¿Cuál es el beneficio de esta inversión para el Estado, para el cine venezolano, para la Villa y, sobre todo, para los espectadores? ¿Qué opinan los gremios del cine nacional, cada día más invisibles? ¿Por qué en algunos cortos los nombres de los guionistas, cuando aparecen, son siempre los mismos: José Antonio Varela (director de un largometraje ideado por el Ministro, según dicen), José Luis Varela y Rafael Pinto? ¿Donde están las cuentas? Hasta mediados de los 90 estos datos eran del dominio público. En algún momento, el CNAC publicó estadísticas y cuentas. Ahora, cuando se habla de millardos, todo se esconde en una caja negra inaccesible. Nos aturden con noticias sobre la cantidad de filmes a producir y la grandiosidad de los proyectos, los cineastas entran y salen de esas producciones sin que nadie explique nada, mientras los productos se exhiben poco o nada. Eso sí, la incontinencia verbal de los funcionarios no se detiene en ruedas de prensa, gacetillas y declaraciones. Pero las respuestas que interesan no aparecen por ningún lado ¿Contraloría social? ¿Qué es eso?

Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 19 de abril de 2007

Creep (2004)

Creep (Christopher Smith, RU/Alemania, 2004) pertenece a la onda sangrienta más reciente, como Saw (J. Wan, 2004) y Hostel (E. Roth, 2005). La primera mitad de la película parece inspirada en los clásicos del terror, pues Kate (Franka Potente) es acosada por alguien que va asesinando a todo el que ve. Los asesinatos ocurren fuera de campo, no se muestra al asesino perseguidor, no se aburre al espectador con explicaciones, el relato se construye a partir del suspenso y la sorpresa. El escenario es una estación de metro cerrada y el sistema de drenajes de Londres, lo cual crea una atmósfera laberíntica. Cuando se produce el encuentro entre Kate y su perseguidor, todo cambia: ratas, aguas negras, sangre, torturas, atrocidades, despedazamiento de cuerpos, contemplación del monstruo, indicios que intentan explicar su existencia y lo que le sucede a Kate. Kate corre, corre, y se salva. El espectador no, a menos que abandone la sala.

María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 29 de marzo de 2007

El vengador fantasma (Ghost Rider, 2007)

Casi siempre se sabe algo sobre la película que se va a ver. Y si Ud. la ve es porque ha aceptado el pacto comunicacional que le propone la película. En este caso adaptada de una comiquita de acción sobrenatural, no terrorífica. Y bueno. No aspire a más. Habrá el mensaje espiritual del triunfo del bien contra el mal, y una serie de peripecias. Lo que interesa son las peripecias. El mensaje, a propósito, no tiene ninguna gracia. El entretenimiento sí. Johnny (N. Cage) es el motorizado cubierto de fuego que de noche trabaja para Mefistófeles recogiendo almas que se resisten a viajar al infierno. El hijo de Mefistófeles trata de serrucharle la silla a su padre. Hay la muchacha bonita y el romance imposible con Johnny. Los efectos están bien, aunque muy repetidos. Todo se ha olvidado al salir del cine. En EEUU la han visto hasta esta semana 20 millones que aceptaron el pacto. Mal de muchos.

Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 29 de marzo de 2007

La Villa de los cortos (II)

Se supone que los cortometrajes de la Villa del Cine deben destacar valores inherentes a los DDHH contemplados en la Constitución Nacional. Pero en los filmes no existe reflejo alguno de éstos. El melodrama no da para tanto. La debilidad de sus propuestas pasa por la cursilería de los guiones; la falta de ingenio en la puesta en escena; la carencia de propuestas expresivas que logren sugerir algo más allá de la simple muestra de una situación, con encuadres y actuaciones propios de la peor herencia televisiva; los finales felices y aleccionadores; la música empalagosa, toda igualita, con pianito, flautica y guitarrita; muchos niños muy sufridos; soluciones facilonas con lagrimita final, un chocolate que simboliza la amistad o un abrazo fraterno; pura gente buena y una pobreza en el uso de los recursos que resulta insólita, porque la plata se ve por todos lados. Cero audacias narrativas, estéticas o conceptuales. Todo es tan bonito y tan bueno que, si es que esto pasa por la supervisión de Francisco de Asís Sesto, habrá que pensar que el arquitecto está buscando su canonización.

Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 12 de abril de 2007

Letras y música (Music and Lyrics, 2007)

Letras y música (Marc Lawrence, 2007, EEUU) nos permite mantener una media hora de expectativa. Porque, primero, la idea de un cantante pop de los años 80 que intenta resurgir a la fama veinte años después podría dar lugar a situaciones graciosas basadas en los cambios de la moda y las costumbres. Segundo, porque la autoirónica vis cómica de Hugh Grant se ha estampado firme y gratamente en nuestra memoria a partir de Cuatro bodas y un funeral (Mike Newell, 1994, Reino Unido). Pero esta película no aprovecha ninguna de las dos oportunidades, apuntando al final feliz en línea recta. La intervención de Drew Barrymore en el papel de una letrista talentosísima (¿?) y desinteresadísima que introduce inútilmente varias desviaciones del tema, no es de ningún provecho. Las numerosas exhibiciones de Grant cantando y meneándose son, precisamente, demasiado numerosas y sólo deben de satisfacer el ego del actor, que se divirtió de lo lindo. Nosotros no.

Ambretta Marrosu
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 22 de marzo de 2007

Borat (Borat: Cultural Learnings of America for Make Benefit Glorious Nation of Kazakhstan, 2006)

Kazakhstan fue la última república en independizarse de la URSS, con un presidente que gobierna desde 1990 y disolvió el parlamento en el 95. Esto lleva a Sacha Baron Cohen (Londres, 1971) a mostrar ese país como ejemplo de atraso y brutalidad. Pero el sentido del humor y las críticas (a veces agudas) de este actor-guionista no van dirigidos a esa república. La supuesta ignorancia de Borat y su admiración por los americanos saca a flote lo peor de los EEUU. Sus chistes son sobre retrasados mentales, Bush, Irak, mujeres oprimidas en cualquier país del mundo, negros, judíos, homosexuales, terrorismos, dotaciones masculinas, gente high, violaciones, periodistas inútiles, adolescentes idiotas, animales maltratados, nacionalismos e himnos nacionales. La película pretende ser una especie de cámara cándida. En ocasiones lo parece y uno se lo cree. En otras, la mentira es obvia. A veces es vulgar, casi nunca resulta sutil. Como la TV. Pero reírse del primer mundo desde el subdesarrollo suele ser divertido. Siempre y cuando no lo haga un funcionario público con incontinencia verbal.

Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 22 de marzo de 2007

300 (2007)

Cuando se va a hacer un film, muchas veces se dibuja un story board, que es una historieta que representa en dibujos esquemáticos como van a ser las imágenes en el film. En 300, que son los únicos espartanos famosos, pasa al revés. Existe una historieta en forma de libro, del dibujante Frank Miller, que se ha tomado como un story board para hacer la película. Los personajes posan ante la cámara como se ven en las comiquitas. Casi siempre del pecho hacia arriba, bastante inmóviles, se mueven lentamente. Los fondos son neutros o con alguna textura, raras veces hay muebles o edificaciones. Cuando son grupos, la composición es alguna de las formas típicas de las historietas, en este caso amontonados tras los escudos en la parte inferior derecha o izquierda con las lanzas contra el cielo, con una angulación ligeramente desde abajo o desde arriba, etc. Al principio divierte. Pero cuando la cámara lenta se repite, entre incesantes imágenes rápidas de lo que parecen objetos, la inexpresividad se hace total y sólo queda el valor de la expresión gráfica, que es poco, se vuelve una tortura para el espectador. Además el texto es imbécil. Sólo para los fanáticos adoradores de Frank Miller.

Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 22 de marzo de 2007

Amor a la italiana (Manuale d'amore, 2005)

Amor a la italiana (Giovanni Veronesi, Italia, 2005) no es la traducción del título original (Manuale d’amore) de esta comedia promovida por los distribuidores hispanos como el retorno de aquella “comedia a la italiana” que se remonta a los años 60 y 70 y cuyos mayores logros, empezando por Divorcio a la italiana (Pietro Germi, 1961) y terminando por Feos, sucios y malos (Ettore Scola, 1976), apostaban a la sátira feroz de los peores vicios del italiano común. Con este “manual”, en cambio, el “buenismo” de moda en la Italia de la abundancia europea produce apenas una afectuosa ironía, en medio de un indomable impulso romántico. Literalmente, pues la película se inicia con el episodio del perfecto Enamoramiento y concluye con el más improbable final feliz, pegado al episodio El Abandono. Entre ambos, están La Crisis y La Traición, atestiguando un pesimismo de fondo minuciosamente corregido por las situaciones cómicas y las miradas compasivas. Todo muy bien contado, muy bien actuado, nada pintoresco “a la italiana”. Podría llamarse perfectamente "Amor a la suiza".

Ambretta Marrosu
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 15 de marzo de 2007

Escándalo (Notes on a Scandal, 2006).

Es de esperarse: una vieja lesbiana y fumadora no puede ser buena. Barbara (J. Dench) se dedica a hacer amistad con mujeres heterosexuales para luego atormentarlas o extorsionarlas sin obtener provecho sexual alguno. Si acaso, el placer de la tortura. Esta vez la agarra con Sheba (C. Blanchet). Algo así como una ex hippie con una familia medio chévere que incluye un hijo con retraso mental. A Sheba no se le ocurre nada mejor que acostarse con un alumno de quince años y contárselo a la lesbiana pasiva. Ya podemos imaginar lo que se le viene encima. Aunque se lo merece por ser tan boba como el hijo. Las actrices hacen lo que pueden y con mucha intensidad. Pero no hay Judy Dench que aguante tanta gafedad junta. Escándalo, de Richard Eyre, es una especie de Atracción fatal (Adrian Lyne, 1987) semilésbica, pero aún más light. Como hay gente para todo, habrá quien le encuentre la gracia.

Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 15 de marzo de 2007

El último rey de Escocia (The Last King of Scotland, 2006)

Un film simple. Cronológico, una sola línea narrativa, nada de historias cruzadas, escenas pausadas, fotografía sin alardes. Ninguna búsqueda estética, ninguna experimentación formal. Totalmente transparente. Lo que importa es la historia que se cuenta, que también es muy sencilla y entretenida. Se pinta al sangriento personaje que fue Idi Amin, típico dictador africano, Uganda, 1970-79, visto por un típico joven europeo, un médico escocés. Al principio cautivado por la exuberancia, humor y carisma de Idi y al final horrorizado por su cruenta criminalidad. Forest Whitaker (Idi) ganó el Oscar y 20 premios más como mejor actor del 2006. Lástima que el personaje no revela nada de lo que le pasa por dentro. Debe ser porque es incomprensible para la mente occidental de los realizadores de la película.

Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 15 de marzo de 2007

El número equivocado (Lucky Number Slevin, 2006)

El número equivocado ofrece el mismo tipo de incredibilidad, ansiedad y happy end que Caperucita Roja. Con estilo e imaginación, Paul McGuigan nos refiere constantemente a otros códigos, otras fábulas, otros iconos, vistos innumerables veces. No hay ningún esfuerzo para construir algún personaje, pues los rictus de actores como Bruce Willis, Morgan Freeman, Ben Kingsley o Stanley Tucci no requieren de historia para ser entendidos. El protagonista (satisfactoriamente desdibujado por Josh Hartnett) pasa de inocente a superman, gangster, justiciero y enamorado, de manera tan arbitraria que ni siquiera sorprende. Las alusiones verbales a Hitchcock o James Bond alientan al espectador a jugar con misterios, soluciones rocambolescas, guerras entre gangs, ambivalencias morales y violencias ininterrumpidas ya almacenadas en su memoria. Un divertimiento de cine de género sobre cine de género.

Ambretta Marrosu
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 8 de marzo de 2007

La Villa de los cortos (I)

"La Villa del Cine nace como la primera productora del Estado venezolano, dedicada a la producción de obras que destaquen los valores culturales y los derechos humanos contemplados en la constitución nacional" (http://amazoniafilms.gob.ve/). Cuenta con un presupuesto de 28 millardos de bolívares para este año. Los largometrajes previstos por la directiva están en plena producción y aún no los podemos ver. Pero gracias a Internet se tiene acceso, al menos, a siete de los cortos producidos con dinero de los venezolanos. Se supone que hay más de veinte, pero esas cosas nunca se saben con certeza en esta villa misteriosa. Lo cierto es que estas siete producciones, dirigidas por otros tantos realizadores, no responden para nada a lo expresado arriba. Por ejemplo: Salvo una historia llanera, todas las películas se desarrollan en Caracas, pero en ninguna hay referencias a nuestra realidad concreta. Sin un atisbo de sentido del humor y con mucho melodrama y cursilería, estos cortos presentan finales felices y aleccionadores sobre situaciones tan rebuscadas como la de un niño que debe donar sangre para salvar a su hermana mayor o la de un médico que decide reencontrarse con su hijo porque conoce a un niño huérfano en el hospital. Pocos valores culturales y mucha moralina de la rancia.

Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 29 de marzo de 2007

El Buen Pastor (The Good Shepherd, 2006)

Dice la propaganda: “basada en la verdadera historia del fundador de la CIA James J. Angleton”. De ser así, la vida de Angleton fue un suplicio infernal aliviado sólo por el amor a su glorioso país. Porque la película es un enredo viscoso de espías, con algunos asesinatos, algunas intervenciones contra países enemigos, muchos escondrijos y sobre todo asistencias a las cenas anuales de la fraternidad de los egresados de Yale. En la película se muestran ocho. Todas exactamente iguales salvo los vestidos de Angelina Jolie. ¡Dios la bendiga! Para colmo, de las 3 horas que dura, 2 están dedicadas a primeros planos de Matt Damon, impasible, inmutable, invariable. El propio horror. Muchos buenos actores, incluyendo a De Niro, desperdiciados por un pésimo director, De Niro.

Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 8 de marzo de 2007

Una abuela virgen (2006)

Con bajísimo presupuesto y una sugerente propuesta cinematográfica, el primer largometraje de Olegario Barrera (Pequeña revancha, 1986) es una de las películas venezolanas que demuestra el grado de madurez alcanzado por el cine venezolano en esa década. Sus otros tres filmes siguieron esta línea. En Una abuela virgen se mantienen los personajes desposeídos, desarraigados y perseguidos por el poder (en este caso, hasta Dios hace su aparición). Continúan la historia que funciona como fábula, la comedia como solución a situaciones tensas, lo fantástico, lo popular, y la mirada cálida y divertida. Debutan, en la obra del director, el naturalismo inventado por los actores de telenovelas y el tono melodramático. Desaparecen el entorno social y los sueños utópicos. Lástima, porque entretiene pero no conmueve. Lástima, porque otro cineasta venezolano con un trabajo sólido no logra sobrevivir a la experiencia televisiva.

Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 8 de marzo de 2007

Se reserva el derecho de admisión

Hoy se realizará un Foro sobre Políticas Públicas en el cine, auspiciado por el MiPoPoCultura. Ud. podrá asistir sólo con la invitación del Ministerio, emitida después de analizar su solicitud: nombre, apellido, cédula, manifestación de deseo de participar sin molestar, mesa donde quiere participar (sólo una) y ponencia por escrito de lo que va a plantear. Si no recibe su invitación, si no pasa por todos los filtros, Ud. no es pueblo y no podrá participar. Así entiende la participación protagónica del pueblo el MiPoPoCultura.

Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 8 de marzo de 2007

Hollywoodland (2006)

Tiene todos los elementos propios de los buenos films del cine negro de los 40. Un detective privado, golpeado por la fortuna pero que busca la verdad y la justicia, se ve implicado en una investigación que poco a poco pone en evidencia las peores lacras humanas y sociales. En este caso Louis Simo, abandonado por su esposa y su hijo, con míseros trabajos, cornudo, golpeado y vejado por los criminales, investiga la muerte del actor George Reeves. A grandes rasgos es la historia real de Reeves, quien fuera famoso en los 50 como intérprete de Superman. La película de Allen Coulter entrelaza esa historia con la investigación en el presente, según la moda actual. Pero la caracterización de los personajes es muy rica. El drama de Reeves es que su vida social es la de Superman y no la suya propia. El de Simo su integridad humana debatiéndose en un lodazal. Hay una excelente dirección de actores, bien registrados por la cámara. Una joya es un corto en 8 mm., intercalado en la película, donde Reeves hace ejercicios en el patio de su casa.

Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 1o. de marzo de 2007

Pensamiento(s) crítico(s)

Hace unas semanas llegó a nuestro correo electrónico el comentario de un lector que tiene la impresión de que no nos gusta ninguna película. Aunque firma con lo que parece ser un pseudónimo, y no es nuestra política responder mensajes anónimos, sus impresiones permiten unas cuantas observaciones. 1) El dedo en el ojo es un espacio en el que participamos cuatro críticos que intentamos funcionar como un grupo. Cada quien firma sus textos porque cada cual se hace cargo de sus afirmaciones. Pero en general, estamos de acuerdo en las razones por las se debe hacer crítica de cine y las funciones que el cine cumple en la sociedad. 2) La afirmación del lector puede parecer un lugar común. Ahora bien, la experiencia nos dice que ella responde a la creencia bastante generalizada de que los críticos de arte, por ser críticos, nunca "hablan bien" de nada ni de nadie. 3) Un rápido vistazo a las notas publicadas entre diciembre y enero pasados demuestran que esto no es cierto. De las 18 críticas publicadas en ese período, sólo 5 películas pueden considerarse "insalvables". En los otros casos siempre se reconocen algunos valores, ya sean narrativos, estéticos o ideológicos. ¡Si hasta hay varias películas que parecen ser muy buenas! 4) Tampoco es labor del crítico calificar las películas con este tipo de adjetivos. Lo que estaría más cerca del juicio de gusto que del juicio de valor. Y aquellos serían juicios irrefutables. El crítico confronta sus valores con los expuestos por el filme y expresa su opinión sobre los diversos aspectos que configuran una película. Tal como lo haría un espectador común, pero con el privilegio de hacer pública esa opinión. Un privilegio cada vez menos restringido gracias a los blogs y otros ¿beneficios? de Internet. 5) En eso que llaman "el séptimo arte" hace tiempo que no aparecen directores con propuestas expresivas, narrativas o conceptuales tan sólidas y diversas como las de Antonioni, Huston o Rocha, por ejemplo. Esto lo decimos sin ninguna nostalgia. El llamado cine de culto tampoco le hace honor a estos realizadores. 6) El cine es, ahora y sobre todo, un medio de comunicación y un producto para el mercadeo de los grandes consorcios. En este sentido, es un arma tan poderosa como peligrosa. Por eso hay que pensar y hablar de cine con responsabilidad.

Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticas el jueves 1o. de marzo de 2007

El Laberinto del Fauno (2006)

Guillermo del Toro, el aclamado director mexicano, presenta otra obra con su misma fórmula de horror con fantasía. Aquí el horror se encarna en Vidal, capitán de un cuartel rural franquista que persigue a guerrilleros. La fantasía en Ofelia, su hijastra, quien supera una serie de pruebas para regresar a su verdadero origen, princesa de un reino mítico. Vidal es un psicópata genial, que invariablemente tortura detalladamente y ejecuta a sus enemigos. Todo muy objetivamente asqueroso y monstruoso. Ofelia vive su mundo fantástico poblado por horripilantes enemigos y amigos. Todo muy subjetivamente asqueroso y monstruoso. Del Toro ensaya algunas torpes trampas, para anclar entre sí las dos historias. Por demás innecesarias ya que la atmósfera de revulsión y monstruosidad que domina el film es suficiente para garantizar la fluidez entre objetividad y subjetividad. Hay muchísimas películas de este género y muchísimos espectadores que disfrutan con ellas. ¿Cómo explicarlo? En el universo del humanismo es imposible.

Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 22 de febrero de 2007

Cartas desde Iwo Jima (Letters from Iwo Jima, 2006)

Una narración menos elaborada, pero un tratamiento de la imagen similar al de Flags of our Fathers, son los rasgos más evidentes en la segunda entrega de Clint Eastwood sobre la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. Un motivo musical de resonancias japonesas a cargo de un piano muy occidental, destaca las pausas en este relato de combatientes condenados a la derrota (por la guerra) y a morir “con honor” (por su cultura). Las comillas son inevitables, pues el film plantea la imposibilidad de ver y entender a este enemigo –los japoneses- fuera de los modelos éticos y culturales del occidente anglosajón. De allí que la historia central sea la sobrevivencia del soldado Saigo, quien contraviene los preceptos del honor japonés con la ayuda ocasional del General Kuribayashi. Ambas películas se conectan a través del eco entre breves incidentes e imágenes, que implican al espectador y señalan que no hay héroes sino hombres y que todos pierden en la guerra, independientemente de la nación que resulte vencedora.

María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 22 de febrero de 2007

El descanso (The Holiday, 2006)

El descanso (Nancy Meyers, EEUU, 2006) comienza como una comedia romántica, tan clásica que el primer encuentro es casual y perfecto como exige la norma. Y de hecho lo es. Su historia se basa en los avatares de la pareja protagónica (Cameron Díaz-Jude Law) pero se construye sobre las historias paralelas de dos mujeres solas, que no se conocen, acaban de terminar con sus respectivos ex e intercambian sus casas para recomponer sus vidas. Cada una a su manera acometen acciones, mientras los hombres parecen resignados, se lamentan y lloran. Aunque las dos historias sólo se cruzan al final, una serie de coincidencias dan sentido al montaje paralelo. Esto permite a la directora crear unos momentos sumamente divertidos y otros sobriamente dramáticos. Hay además una línea narrativa (protagonizada por Eli Wallach y Winslet) que habla de Hollywood comparando sin nostalgia el tiempo de Cary Grant e Ingrid Bergman con el de hoy: el de las transnacionales, los DVD y las estrategias de mercadeo. Lo mejor es que lo hace con una inteligencia sutil y conmovedora.

Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 22 de febrero de 2007

Rocky Balboa (2006)

Si el tema musical de Rocky suena ahora como una baladita a ritmo de disco music, ¿cómo lucirán el cuerpo y el espíritu del señor Stallone? Como el boxeador, él también quiere vivir sus últimos minutos de gloria y lo hace sin piedad alguna hacia el espectador. Rocky pasa toda la película dando sermones, enseñándonos lo bueno que es dar la pelea, aguantar hasta el final, resistir todos los golpes y triunfar para ser respetable. También está el discurso de la mujer que le dice que él puede, recurrente en todas las películas anteriores. Ah, hay una pelea. Pero al señor Stallone se le olvida que todos somos o vamos para viejos y que lo bueno de eso es hacerlo con dignidad. Ahora anuncia Rambo IV. ¿Por qué nos hace esto?

Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 15 de febrero d 2007