Misión Imposible 3 (Mission: Impossible 3, 2006)

Los espectadores ya están entrenados a ver las películas de “acción” sin hacerse la menor pregunta acerca de su trama. De manera que si aquí no llegan a saber a ciencia cierta qué es lo que busca el malvado (Philip Seymour Hoffman), en qué consiste el aparente doble juego de los jefes de la agencia (un repetido Laurence Fishburne y un novedoso Billy Crudup) o por qué la táctica predilecta del enemigo es tomar y torturar a rehenes femeninos, quedan igualmente satisfechos. Si por satisfacción se entiende la rendición del espectador al bombardeo en barridos de saltos, llamaradas, explosiones en cadena y muertes súbitas bajo el cual lo conduce, cual Virgilio guiándolo al Infierno, el muchacho de la película, para el caso el previsto y previsible Tom Cruise. El atontamiento resultante asegura el éxito de esta tercera Misión: Imposible. Novedad de esta entrega: Cruise se casa a mitad de la película, resolviendo así las complicaciones sexuales que acechan a los héroes. Gratificaciones para los viejos espectadores de la serie de los años 70: la permanencia del tema musical de Lalo Schifrin en la banda sonora, el camuflaje que permite sustituir al malvado y la autodestrucción de las instrucciones grabadas.

Ambretta Marrosu
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 18 de mayo de 2006