Una familia de locos (Keeping Mum, 2005)

Una hija perdida y encontrada, un vicario anglicano torpe y algo inútil, su esposa infiel, el amante de ella, una adolescente promiscua, un niño víctima de la agresividad de sus compañeros de colegio, una psicópata asesina, un estanque, un ama de llaves que interviene en los asuntos de la familia y una comunidad de feligreses metiches. Con todos estos elementos el cine mexicano tradicional habría fabricado un melodrama insoportable, pero a los ingleses, por fortuna, les sale una comedia, muy respetable, por cierto. Parte del logro del film reside en que se trata de una versión siniestra de Mary Poppins (R. Stevenson, 1964), ¿o quizás una versión cómica de Psicosis (A. Hitchcock, 1960)? Niall Johnson, un director y guionista poco conocido, maneja con sabiduría el humor negro y muestra cierta finura en el tratamiento de las situaciones narrativas. Kristin Scott-Thomas interpreta con mucha malicia a la esposa infiel del vicario, mientras que Maggie Smith da vida a la misteriosa ama de llaves que llega de la nada, como Mary Poppins, sólo que con un enorme baúl en sustitución del maletín mágico. Las dos construyen sus personajes con la debida contención británica y opacan por completo a Rowan Atkinson en el personaje del párroco. Poco importa que la conclusión del film sea la resolución de los problemas familiares y la salvación del matrimonio del vicario: hay demasiadas escenas de hilarantes asesinatos de por medio.

María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 10 de mayo de 2007