El jardinero fiel (The Constant Gardener, 2005)
Ciudad de Dios (Fernando Meirelles, 2002) hablaba de la violencia en las favelas de Río de Janeiro a través de imágenes aterradoramente sangrientas. En cambio, El jardinero fiel esquiva los efectos de esa crudeza hiperrealista para contar una historia no menos dura. Deteniéndose en los desérticos paisajes africanos o en el hacinamiento de los poblados de la zona, el director crea una película sobre el abuso de poder, los verdaderos Derechos Humanos, la ética, la lealtad, la confianza y la responsabilidad. También sobre cierta forma de expiar las culpas no muy cristiana. Esto a través de una historia donde todos mienten, traicionan y desconfían. Desde la pareja de enamorados hasta las multinacionales y los grandes funcionarios de la diplomacia británica. Al final, queda un registro de esa miseria necesaria para muchos y una exposición sobre los verdaderos intereses de los países del primer mundo cuando simulan trabajar por la salvación de los pobres de la tierra.
Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 2 de marzo de 2006
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