Cartas desde Iwo Jima (Letters from Iwo Jima, 2006)
Una narración menos elaborada, pero un tratamiento de la imagen similar al de Flags of our Fathers, son los rasgos más evidentes en la segunda entrega de Clint Eastwood sobre la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. Un motivo musical de resonancias japonesas a cargo de un piano muy occidental, destaca las pausas en este relato de combatientes condenados a la derrota (por la guerra) y a morir “con honor” (por su cultura). Las comillas son inevitables, pues el film plantea la imposibilidad de ver y entender a este enemigo –los japoneses- fuera de los modelos éticos y culturales del occidente anglosajón. De allí que la historia central sea la sobrevivencia del soldado Saigo, quien contraviene los preceptos del honor japonés con la ayuda ocasional del General Kuribayashi. Ambas películas se conectan a través del eco entre breves incidentes e imágenes, que implican al espectador y señalan que no hay héroes sino hombres y que todos pierden en la guerra, independientemente de la nación que resulte vencedora.
María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 22 de febrero de 2007
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