El Laberinto del Fauno (2006)

Guillermo del Toro, el aclamado director mexicano, presenta otra obra con su misma fórmula de horror con fantasía. Aquí el horror se encarna en Vidal, capitán de un cuartel rural franquista que persigue a guerrilleros. La fantasía en Ofelia, su hijastra, quien supera una serie de pruebas para regresar a su verdadero origen, princesa de un reino mítico. Vidal es un psicópata genial, que invariablemente tortura detalladamente y ejecuta a sus enemigos. Todo muy objetivamente asqueroso y monstruoso. Ofelia vive su mundo fantástico poblado por horripilantes enemigos y amigos. Todo muy subjetivamente asqueroso y monstruoso. Del Toro ensaya algunas torpes trampas, para anclar entre sí las dos historias. Por demás innecesarias ya que la atmósfera de revulsión y monstruosidad que domina el film es suficiente para garantizar la fluidez entre objetividad y subjetividad. Hay muchísimas películas de este género y muchísimos espectadores que disfrutan con ellas. ¿Cómo explicarlo? En el universo del humanismo es imposible.

Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 22 de febrero de 2007