el dedo en el ojo: mayo 2006

jueves, mayo 25, 2006

Un macho de mujer (2006)

Esta película dominicana de Alfonso Rodríguez castiga a nuestro público gracias a la participación de Ana K. Casanova y Daniel Sarcos, dos actores de la televisión venezolana. El título sugiere una trama de comedia erótica o picante. Tal promesa no se cumple. Un macho de mujer cuenta la historia de unas cuaimas tropicales cansadas de que sus maridos bonchones lleguen tarde a casa las 7 noches de la semana. Brujerías de por medio, los bonchones y las cuaimas se reconcilian y los matrimonios sobreviven gracias al advenimiento de un nuevo vástago. La factura es de una mala comedia televisiva: incoherencia narrativa, lentitud de las situaciones que se extienden interminablemente, diálogos redundantes, incapacidad para hacer reír, actuaciones acartonadas, puesta en escena estática, registros de imagen pobres y rutinarios.


María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 18 de mayo de 2006

lunes, mayo 15, 2006

Scary Movie 4 (2006)

En 2000 los hermanos Keenan, Marlon y Shawn Wayans estrenaron Scary Movie, una exitosa comedia en la que sus autores parodian lo más reciente del cine de terror protagonizado por adolescentes. El éxito de la fórmula ha rendido para tres películas más, sólo que ahora los Wayans, Marlon y Shawn, sólo figuran entre los guionistas. David Zucker dirige Scary Movie 3 y esta nueva entrega de la serie, acompañado en esta ocasión por su inseparable Jim Abrahams como guionista. Zucker y Abrahams colaboraron en ¿Y dónde está el piloto? (Airplane, 1980), Supersecreto (Top Secret, 1984), ¿Y dónde está el policía? (The Naked Gun, 1988). Tanto los Wayans como Abrahams y Zucker saben que los estadounidenses son aficionados a reírse de sí mismos, de su cultura, su sociedad y sus instituciones. En esta, como en todas las entregas de Scary Movie, la parodia cinematográfica a veces da pie para destacar, en tonos bien chillones, los desaguisados mediáticos que padecen los ciudadanos de ese país. El humor es más bien grueso pero los gags son ingeniosos y el ritmo de la narración es ágil. Para reír un rato.


María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 11 de mayo de 2006

domingo, mayo 14, 2006

El color del crimen (Freedomland, 2006)

La película dirigida y actuada por veteranos del cine americano resulta sorprendentemente interesante. Un ghetto negro en tensa relación con su entorno blanco. El conflicto se agudiza cuando desaparece un niño cuya madre es la única blanca que trabaja en el ghetto. La madre, Brenda, un ser destruido por sus relaciones de familia, de género y de entorno social, es el centro del drama y da pie a una notable interpretación de Julianne Moore. La dirección de Joe Roth, ecléctica pero segura, logra algunas escenas de gran calidad. Una es la de la confesión de Brenda, tomada con la cámara fija y en un único y larguísimo plano medio donde habla sólo una analista y Brenda se va retorciendo sobre si misma hasta que se derrumba. Hasta la represión policial y las peleas son sobrias y efectivas. Lástima la repetición del tema “Dios lo quiso así” y los últimos lacrimosos minutos, rosados, celestes, insoportables.


Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 11 de mayo de 2006

sábado, mayo 13, 2006

No a la demanda

Casi todos los habitantes del planeta consumimos productos de la industria del espectáculo y el entretenimiento. Pero no a todos nos tratan igual. En Caracas, la cartelera cinematográfica es un ejemplo de esa diferencia. En las 128 salas que aparecen en la prensa, apenas se exhiben 22 películas. La oferta es mínima y poco variada. Una ciudad europea, con algo más de millón y medio de habitantes, puede contar con 50 salas y exhibir más de 50 películas por día. Presentan películas de Hollywood, pero también europeas, algo de Asia o el Medio Oriente y hasta filmes latinoamericanos. El caso de la televisión nacional es también alarmante. Sin contar las televisoras del Estado con sus reiteraciones y repeticiones, el resto se limita a larguísimos bloques de telenovelas, pésimos programas humorísticos y de concursos y talk shows de dudosa credibilidad. Los miles de videojuegos existentes se basan casi exclusivamente en la acción, la violencia y los deportes. No hay mucho donde elegir. El público no demanda, compra lo que hay. Nadie nos trata como espectadores o usuarios. Sólo nos queda consumir.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 11 de mayo de 2006

martes, mayo 09, 2006

Bandidas (2006)

Salma Hayek: mexicana, exuberante y con aspiraciones que van más allá de la mera actuación. Penélope Cruz: española, modosita, chica Almodóvar con una agitada vida amorosa. Más que explosiva, esta mezcla parece de terror. Pero el filme de estos dos realizadores primerizos, Joachim Roenning y Espen Sandberg, nos hace superar estos temores y funciona muy bien como entretenimiento. No es El bueno, el malo y el feo (S. Leone, 1966), ni Bonnie and Clyde (A, Penn, 1967) o Butch Cassidy (G. Roy Hill, 1969) o Thelma y Louise (R. Scott, 1991), aunque aparezcan inevitables referencias. Eso sí, sin la nostalgia del cinéfilo. En este caso se trata de una aristócrata y una campesina que, víctimas de los intereses económicos de EEUU en México, se unen para convertirse en justicieras robando los bancos de los tramposos empresarios gringos. Todo ello con la colaboración del cura del pueblo y un criminólogo neoyorquino que viene, precisamente, a detenerlas. Mientras tanto, las mujeres discuten graciosas frivolidades a la vez que se produce una mínima transformación en ellas. La aristócrata se despoja del corsé y de todo lo que éste implica, la campesina decide que el mundo y la aventura van más allá de la frontera mexicana y se prolongan hasta Europa. No hay historia de amor y el beso final del torpe héroe no es con ninguna de las protagonistas. Lo bueno es que las chicas se divierten y nos divierten, aunque la película no alcance los niveles de denuncia y reflexión presentes en los filmes que evoca. Por otra parte, los directores buscan un tono de comedia digna y evitan cualquier chiste grueso (la escena de las dos mujeres explorando las artes amatorias aprovechando que el criminólogo está desnudo y amarrado a la cama es un ejemplo). Y ese tipo de soluciones se agradecen. Bandidas no será una película imprescindible, pero al menos no hay gamberros ni está Antonio Banderas para completar el trío de latinos exitosos e irresistibles.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 4 de mayo de 2006

domingo, mayo 07, 2006

Ganancias salvajes

Las grandes empresas norteamericanas están desesperadas. En 2005 la recaudación en salas de cine tuvo una baja importante. La piratería se ha desarrollado muchísimo por la facilidad con que se bajan películas a través de Internet. En los países ricos, los intentos de combatir la piratería por medios electrónicos han fracasado. La industria disquera ha disminuido las copias ilegales ofreciendo un servicio pagado que permite bajar música de Internet a precios moderados. Surgió así iTunes que cobra 1 $ por pieza y ha tenido un gran éxito. Ahora Warner, Sony, Universal, Metro, Paramount y Fox se unen para crear un sitio, Movielink, que permite bajar legalmente películas a precios más bajos que los DVD. Los resultados están por verse. En los países pobres todo cambia. Sólo una mínima parte de la población tiene cuentas bancarias, tarjetas de crédito y/o Internet. La piratería se difunde a través de copias ilegales de originales de películas o DVD. Apartando esta pelea de caimanes, lo importante para nosotros son los avances tecnológicos que facilitarían en mucho la educación crítica audiovisual y el acceso a grandes obras de la cinematografía nacional y mundial. Algo mucho más allá de la salita comunal de cine.


Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 4 de mayo de 2006

miércoles, mayo 03, 2006

La vida es un milagro (Zivot je cudo, 2004)

Coleada en el Festival de Cine Francés, la nueva película de Emir Kusturica marca la inmutabilidad del modo de hacer cine de este muy laureado director bosnio. El filme busca establecer una distancia total entre el mundo que muestra y el espectador para que no exista la mínima identificación de éste con alguno de los personajes o situaciones de la historia. El sistema que emplea es eliminar en los personajes todo pensamiento o comportamiento natural y substituirlos por estereotipos farsescos y previsibles donde no existen conflictos reales. El entorno en que se mueven los personajes, los paisajes, adquieren la belleza de las fotos de calendario, sin ninguna capacidad de sugerir algo más allá de su superficie inmediata. Como esto llevaría a un aburrimiento total, para evitarlo incluye efectos cómicos o sentimentales que aspiran a la categoría del humor negro. Un partido de futbol aficionado es fotografiado desde el suelo y continuamente la niebla hace desaparecer los jugadores. Hay una guerra que no se ve pero se oye cada momento. Un burro terco aparece muchas veces sobre los rieles impidiendo el paso de los trenes. Y así. Con todo, una mezcla insólita que puede hacerle cosquillas a algún desprevenido.


Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 27 de abril de 2006

lunes, mayo 01, 2006

Inocencia (Innocence, 2004)

Dirigida por Lucile Hadzihalilovic y basada en una novela de Frank Wedekind (autor de Lulu, pieza teatral que escandalizó a los alemanes hace poco más de 100 años), Inocencia es otra demostración de que sólo con talento no se hace un artista. Ejemplos: 1) la preciosista metáfora sobre la pubertad femenina y la represión son elecciones acertadas, pero el tono onírico hace olvidar cualquier rasgo realista. 2) La historia, fragmentada y siempre mostrada desde el punto de vista del personaje que maneja menos información, mantiene cierta intriga. Pero como nunca pasa nada, la atención del espectador se va debilitando con el paso de cada fotograma. 3) La cuidadosa fotografía y los movimientos de cámara pretenden ser sugestivos. Pero el lesbianismo, la pedofilia, el acoso sexual o la simple irrupción de la realidad nunca se consuman. Así, lo que debía ser provocación y escándalo, termina siendo un acto de caridad en un ambiente aséptico e inverosímil.


Ricardo Azuaga