el dedo en el ojo: enero 2007

miércoles, enero 31, 2007

La princesa masai (Die Weisse Massai, 2005)

... o "La masai blanca" como más fielmente se tituló en España, se basa en un libro autobiográfico de la suiza Corinne Hofmann y está dirigida por una mujer, Hermine Huntgeburth. Cuenta cómo una turista en Kenia queda súbitamente fascinada por un “guerrero” masai, lo conquista y lo sigue tierra adentro hasta casarse con él según su costumbre tribal, e intentar la creación de un matrimonio... según las costumbres europeas. Es, obviamente, la historia dolorosa de un fracaso. Por una parte, es la historia banal de cómo el amor, por más erótico o romántico que sea, lleva las de perder frente a las prácticas, ideas y sentimientos que forman el conjunto de la vida. Por otra, demuestra a nivel individual la existencia de límites infranqueables para las metas de fraternidad, convivencia y asimilación universales planteadas por la ideología eurocéntrica poscolonial. Todo dicho con agudeza y delicadeza a la vez. Y con la sensibilidad y generosidad de quien ha creído posible superar esos límites.


Ambretta Marrosu
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 25 de enero de 2007

lunes, enero 29, 2007

Al borde de la línea (2007)

Hay asombrosas semejanzas entre este primer largometraje de Carlos Villegas y Plan B, el primer largometraje de Alejandro García W. En ambos hay un robo que sale mal, los caminos de varios personajes se cruzan alrededor de ese hecho, el botín es la llave para que los involucrados salgan de una situación que los mantiene atrapados y puedan cambiar su vida en forma definitiva, los desencuentros amorosos y las complicaciones del robo llevan a los pesonajes a un juego de traiciones mutuas que culmina como en El Halcón Maltés (John Huston, 1941): todos se quedan sin el botín. Resulta aún más asombroso que tanto Al borde de la línea como Plan B tengan casi la misma escena de sexo por interés presentada por el cineasta como un sublime acto amoroso. Una diferencia: García no tiene sentido del humor pero Villegas intenta hacer un chiste con un cadáver que, al final, no es tal. El requisito para la producción en serie es una infraestructura industrial. Si el cine venezolano carece de ésta, ¿cómo se explica este efecto de línea de montaje?


María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 25 de enero de 2007

miércoles, enero 24, 2007

Una noche en el museo (Night at the Museum, 2006)

"Soy el guardia nocturno del Museo de Historia Natural (de Nueva York), donde la historia cobra vida". Es la frase final de esta película filmada en el prestigioso museo o en una réplica exacta. Como publicidad, estupendo. Si la institución gastó un dólar en esto es un fracaso. El filme de Shawn Levy empieza como una comedia fantástica: muñecos de cera y animales disecados reviven cada noche. Un guardia lo descubre. Luego el guardia debe demostrar el valor de su trabajo al hijo, hay un robo, un botín recuperado en el último minuto y el reconocimiento del héroe. Si se consiguen las divisas, una visita al museo debe ser mucho más entretenida. ¿Será esa la estrategia publicitaria? Quién sabe.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 11 de enero de 2007

lunes, enero 22, 2007

CINE VENEZOLANO: RESUMEN 2006

Si se revisan la cartelera cinematográfica del año 2006 y la poca información que ofrece el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) en su página web, podría pensarse que el año pasado fue todo un éxito para el cine venezolano. Se estrenaron 10 largos de ficción y 1 documental, indicando una cierta recuperación con respecto al 2005, pero todavía lejos de las 20 películas estrenadas en 1978. No obstante, la permanencia de algunos de estos filmes en la cartelera caraqueña permite presumir que el cine nacional ha sido exitoso. Lamentablemente no existen datos que lleven a reconocer con alguna certeza el efecto social que haya podido producir entre los espectadores. Si relacionamos ese efecto con lo que las películas ofrecen, concluiríamos que sería más bien débil, ya que presentan pocas propuestas expresivas o conceptuales más o menos sólidas o novedosas. Podríamos, arriesgándonos a esquematizar, establecer algunas cualidades, coincidencias y debilidades.

1) Algunos cineastas con experiencia (Penzo, Arvelo, Hoogesteijn, Rísquez) continúan ejercitando cierto estilo personal. Salvo Hoogesteijn, los demás no sólo resultan ya repetitivos, sino que se han ido empobreciendo tanto en lo expresivo como en lo conceptual. Sus propuestas lucen trasnochadas o pasadas de moda, anodinas o falsamente históricas cuando utilizan la excusa de la ficción. En general, no comportan posiciones críticas o puntos de vista sólidos sobre nuestra realidad.

2) Entre los cineastas noveles (Arias-Nath, De Peña, García y Velasco) destaca la carencia de propuestas claras, la torpeza narrativa, un preciosismo de estilo publicitario y la evasión de un referente real. En casi todos los casos se busca estar más o menos a la moda: varias líneas narrativas que se cruzan o no, saltos temporales que intentan dificultar la construcción de la trama y uso de recursos cercanos al thriller sin intentar criollizarlo. En 1983, César Bolívar realizó Homicidio culposo, por ejemplo, que trabajaba con el género desde una perspectiva muy venezolana. Ahora estas películas que intentan acercarse a los géneros más conocidos resultan eclécticas y desiguales, y las pocas muestras de talento u oficio se presentan dentro de una tosca montura.

3) ¿Qué pasa con los cineastas venezolanos? Atraen la atención del público porque ya es obvio que el público quiere ver películas venezolanas. Pero, ¿por qué es tan difícil identificarse con esas películas? ¿Por qué no nos reconocemos en esos personajes por muy venezolanos que pretendan ser? ¿Por qué no reconocemos una ciudad ni un país? Todo esto pese a que muchos cineastas, y en especial los noveles, no ocultan su intención de buscar el éxito de taquilla y una factura de cine industrial que confunde la calidad técnica con la calidad artística.

4) Si el Estado, como en el 2006, establece un mínimo de protección, si exige que las películas venezolanas reciban el mismo tratamiento que las extranjeras, la producción nacional puede competir con la producción extranjera promedio e incluso superarla en número de espectadores. Pero con escasas excepciones, el cine nacional sigue muy distante de ser la herramienta fundamental que debería ser para la construcción de la imagen que los venezolanos tienen de sí mismos. Está muy lejos todavía de cumplir con su potencialidad para representar y criticar creativamente la realidad nacional.

Alfredo Roffé, Ambretta Marrosu, María Gabriela Colmenares, Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 18 de enero de 2007

jueves, enero 18, 2007

Matador (The Matador, 2005)

En la cartelera de la prensa promocionan esta película de Richard Shepard como “el thriller más inteligente del año” pero no se trata de un thriller y en realidad es una película de un año anterior. Se trata de una farsa en la que el objeto de la burla es, precisamente, el estereotipo fílmico del asesino a sueldo desarrollado en filmes como El día del Chacal (Fred Zinnemann, 1973). Pierce Brosnan -recién salido de su pasantía por el rol de James Bond- encarna a un asesino a sueldo en decadencia, viejo, sin amigos ni familia y cansado de su oficio. Pero la burla se extiende al estadounidense promedio, ese que se casó con su novia de la secundaria y se esfuerza, sin éxito, por cumplir su papel de proveedor del hogar en un medio empresarial ferozmente competitivo. El cruce de estos dos mundos en el film, a través de la fortuita amistad entre el personaje de Brosnan y el encarnado por G. Kinnear, produce momentos casi sentimentales que, con mucho acierto, quedan inconclusos por la irrupción de la violencia, el humor o sencillamente el ridículo autoinfligido. Divierte ver a los hombres burlarse, con justeza, de sus fracasos y su inevitable vejez.


María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 11 de enero de 2007

lunes, enero 15, 2007

Documentales de Franca Donda (1972-1988; DVD editado por el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela, 2006)

...alcanza dos objetivos: uno, de rescatar estos documentales, más que del olvido, del ocultamiento en que el sistema de comunicación mantiene multitud de obras significativas; dos, de sincerar públicamente el papel cumplido por Franca Donda concretando y dotando de fisonomía expresiva los magros frutos de unos colectivismos deshilachados. Como conjunto, se trata de materiales de donde insurgen emociones, problemáticas irresueltas y revelaciones perturbadoras. Se cruzan en ellos la preocupación política por el socialismo con la un feminismo básico, existencial, donde lo interesante es que la primera es absorbida por la segunda, al pasar por la insistente y específica voz femenina. Aquí no tenemos más opción que mencionar cada documental, con la esperanza de despertar la curiosidad del lector. En la línea más estrictamente biográfica, están María de la Cruz (1975), Argelia Laya, por ejemplo (1987) y Eumelia, calle arriba, calle abajo (1988). En la línea que parte de algún fenómeno social, ¡Sí podemos! (1972), Yo, tú, Ismaelina (1981) y Una del montón (1987). A pesar del tiempo transcurrido y de los errores formales o conceptuales que aparecen aquí o allá, esta antología se presenta como un hecho “cinematográfico” de una riqueza absolutamente insólita en medio del chapoteo actual del cine venezolano.


Ambretta Marrosu
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 11 de enero de 2007

jueves, enero 11, 2007

El pingüino (Happy Feet, 2006)

Era de esperarse que la llegada de una nueva temporada de vacaciones trajera consigo el estreno de un film animado protagonizado por pingüinos, tomando en cuenta la popularidad de estas aves gracias al éxito de La marcha de los pingüinos (Luc Jacquet, 2005). El trailer de El pingüino la presenta como un musical, es decir, puro baile, canto y diversión. La realidad es otra, pues nos encontramos frente a un auténtico melodrama que narra la historia de un pingüino “diferente” rechazado por su grupo, que lucha contra la adversidad y logra, finalmente, ser aceptado por los suyos. En medio de todo esto van algunas escenas de romance musical, de comedia e incluso de acción, pero siempre prevalece el tono melodramático. Hasta la subtrama ambientalista que constituye el telón de fondo de la historia –la hambruna de la fauna antártica debido a la actividad pesquera de los humanos- da ganas de llorar.


María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 4 de enero de 2007

miércoles, enero 10, 2007

Caminar sobre las aguas (Walk on Water, 2003)

Eyal, agente de la policía secreta israelí, se hace pasar como guía turístico para espiar a Axel y Pía, nietos alemanes de un jerarca nazi, desaparecido desde la guerra. Eyal, sobre todo, persigue y mata terroristas y no le gusta esta misión. Su mujer se ha suicidado porque no soporta vivir con un exterminador. Pero la película de Eytan Fox se centra en la relación entre Axel, un gay, y el duro Eyal, que termina en una entrañable amistad entre ellos y con Eyal casándose con Pía. Está bien. El viejo nazi muere a manos de su nieto. Al final reina la tolerancia, la amistad, el entendimiento entre estos alemanes y este israelí y la relación entre Axel y Eyal está muy finamente representada. Pero lo interesante es en realidad el trasfondo, casi siempre presente durante la primera mitad, que muestra indicios del conflicto entre israelíes y palestinos. Cada pocos minutos se comentan inmolaciones de palestinos y víctimas israelíes y hasta se pregunta por qué los palestinos dan su vida por destruir algunos israelíes. Pero no hay comentarios ni explicaciones. Debe ser muy difícil hablar de este tema en un país en el que Wagner estaba prohibido hasta hace poco tiempo.


Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 4 de enero de 2007

lunes, enero 08, 2007

Una rosa de Francia (2006)

Desde hace unos años Cuba está de moda en España (¿o en Europa?). Es lógico. Por aquello de la represión y las violaciones a los Derechos Humanos. Pero también por la música caribeña, las playas paradisíacas y las ardientes mulatas de anchas caderas (vale aclarar, los machos negros bien dotados también cuentan). Todos estos lugares comunes (más o menos reales, más o menos míticos) están presentes en esta "aventura romántica de piratas modernos" sin una pizca de ingenio. Una rosa de Francia (título utilizado hasta en nuestra cinematografía nacional) desarrolla gran parte de sus acciones en un prostíbulo con aspiraciones parisinas (como el filme venezolano) durante los años cincuenta (más o menos ídem). En el medio hay una historia de amistad viril e incondicional que es mancillada por la presencia de la joven-prostituta-niña-mujer, con intervenciones de la abnegada madame, supuestas premoniciones y muertos que reaparecen. Gran esfuerzo intelectual de un autor con filmes importantes como Habla, mudita (1973). Ah, que conste, hablamos de un cineasta de apenas 64 años.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 4 de enero de 2007

miércoles, enero 03, 2007

Eragon (2006)

Todo de acuerdo con las normas del género. Un antiguo mundo feliz, todos buenos y solidarios, los dragones y sus jinetes garantizaban la paz y el amor. De pronto (¿una mutación?) uno se vuelve malo y quiere todo el poder, mata, tortura, elimina a jinetes y dragones y se vuelve monarca absoluto. Tiene un mago poderoso y diabólico, Durza, y un ejército de gordos autómatas acorazados. Hay rebeldes en la montaña que luchan por la libertad y el amor. Esta historia es oral para ahorrar. El film comienza cuando Eragon, 17 años, bello, sin un pelito en la barba o el pecho, es elegido por el destino. Recibe un huevo de dragón, lo incuba y nace y crece una dragona. Tras muchas peripecias, Eragon derrota a Durza, libera una princesa y se prepara para marchar contra el rey. Aquí termina. Seguro vienen 2 ó 3 partes más. Está dirigida por un experto en efectos especiales y hay algunos actores de prestigio (Jeremy Irons, John Malkovich). No tiene las pretensiones místico-filosóficas-literarias de El señor de los anillos. Los efectos son de tercera pero es muy moral. Así que es una película aceptable para “toda la familia”. No pida ni espere nada más.


Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 21 de diciembre de 2006

martes, enero 02, 2007

La ciudad perdida (The Lost City, 2005)

Heiner Müller pedía que se repitiera infinitamente: "La revolución es la máscara de la muerte. La muerte es la máscara de la revolución"... Interviniendo las instituciones, toda revolución termina siendo destructiva. Y a esto se refiere el filme de Andy García a pesar de sus múltiples problemas. Es excesivamente largo, abusa de la música popular isleña y algunos personajes resultan gratuitos (el bufón shakesperiano interpretado por Bill Murray es un ejemplo). Pero evade las lacrimosas recreaciones nostálgicas de aquel paraíso tan al gusto de Hollywood y sus exiliados cubanos. El filme muestra la desintegración de una familia burguesa durante la transición entre la dictadura de Batista y la que está por venir: la revolucionaria. Las causas de esta desintegración son afectivas e ideológicas, pero también son impuestas por uno u otro gobierno. La intervención en lo educativo o lo religioso, el lenguaje militar y, por supuesto, aquello que resulta conveniente, son factores que van creando las fisuras. Y por eso éste no es un dramón familiar como podría esperarse. La destrucción de esta familia es la de una institución. Esa que suele definirse como la célula fundamental de la sociedad.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 21 de diciembre de 2006

lunes, enero 01, 2007

Lo que el agua se llevó (Flushed Away, 2006).

Aunque el título en español pretenda remedar el de la célebre –que no clásica- película de Víctor Fleming (1939), el título original, Flushed away se refiere a la calamidad por la cual el ratón protagonista de esta historia pasa de ser la mascota en un hogar de Kensington a habitar el sistema de drenajes de Londres, junto con sapos, ranas, gusanos, moscas y otros de su especie. La historia es tradicional pero entretenida, con aventuras a toda velocidad. Los anfibios mafiosos persiguen a la ratoncita valiente, que conduce su propio barco y ayuda al torpe protagonista a regresar a su hogar. Abundan, por supuesto, el humor, la música y las referencias fílmicas y televisivas usadas con inteligencia y sentido de la oportunidad. Lástima que todas las salas caraqueñas menos una, de difícil acceso, la proyecten en versión doblada al español mexicano.


María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 21 de diciembre de 2006