el dedo en el ojo

lunes, julio 02, 2007

El viento que acaricia el prado (The Wind that Shakes the Barley, 2006)

Ken Loach es un veterano director con un gran prestigio internacional, naturalmente poco conocido en Venezuela. Su línea de trabajo es la representación de importantes conflictos sociales, donde practica un fino análisis político. En El viento que acaricia el prado, la guerra entre los republicanos irlandeses y los colonialistas ingleses, 1920. La aceptación por los ingleses de un estado autónomo pero muy dependiente del gobierno inglés. Finalmente la lucha entre el IRA que quiere un estado libertario e igualitario, y los irlandeses conciliadores que aceptan la relativa independencia, aunque ésta consagre la situación socioeconómica anterior favorable a los ricos ingleses e irlandeses. De la lucha nacionalista a la lucha de clases. Las atrocidades de las guerras y las discusiones políticas llenan el film, sin ninguna concesión sentimental o espectacular. Un fastidio total para los que buscan entretenimiento. Una apasionante experiencia vicaria para los interesados en los grandes problemas de nuestro tiempo.


Alfredo Roffé
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 21 de junio de 2007

jueves, junio 28, 2007

El juego de los idiotas (La doublure, 2006)

El juego de los idiotas (Francis Veber, Ita/Bel/Fra, 2006) es eso que suelen llamar una comedia ligera: ligera en su historia, ligera en su realización y ligera en sus propuestas conceptuales. Se pasa un buen rato, se piensa poco y después nos olvidamos de ella. Lástima, porque todo daba para más. Los enredos provocados por un marido infiel y las dos mujeres que deciden hacerlo sufrir producen momentos ingeniosos. Pero el humor termina sustentándose en los diálogos más que en las situaciones pese a los actores. El director se limita a registrar las acciones sin ningún esmero y así todo está dicho. No hay pretensiones críticas ni ironía alguna. La morbosidad de los paparazzi y de sus seguidores, una huelga de empleados o la perversión natural de los abogados quedan en segundo plano. Y sin embargo, divierte.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 21 de junio de 2007

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lunes, junio 25, 2007

El último bandoneón (2003)

El último bandoneón (Alejandro Saderman, Argentina/Venezuela, 2003) es un documental que, con una excusa narrativa (una joven bandoneonista audiciona para entrar a una orquesta y busca un nuevo instrumento en medio de dificultades económicas), intenta mostrar el panorama del tango en el Buenos Aires del siglo XXI. La armazón narrativa resulta un tanto desarticulada pues, en algún momento y sin que medie aviso alguno, se pasa de Buenos Aires a Venezuela, para mostrar la presencia del tango aquí a partir del fenómeno que fue Carlos Gardel. Los personajes dicen frases como “el tango no es una danza sino un sentimiento que se baila”, “el bandoneón es el sonido de mi alma”, “la mujer no tiene estilo, se adapta al de su compañero” y, por supuesto, “el tango es una pasión”. Es decir, el tango no es una actividad cultural y social arraigada en un contexto particular, su difusión en Argentina y parte del mundo no se relaciona con la industria cultural del siglo XX, su actual auge no es un fenómeno que valdría la pena entender tomando en cuenta tal historia. No, el tango es algo mítico, etéreo, inasible e inefable, producto del alma argentina y sus pasiones. En el siglo XXI, Saderman resucita el documental de inspiración romántica y retrógrada de Robert Flaherty. Ya Margot Benacerraf lo hizo en la década del 50 con Araya.


María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 21 de junio de 2007

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miércoles, junio 20, 2007

Exterminio 2 (28 Weeks Later, 2007)

Danny Boyle, el director de Exterminio (2002), se dio a conocer con Trainspotting, una película divertida sobre unos drogadictos que trataban de dejar la adicción. El filme hizo las delicias de adolescentes dark y cinéfilos fumones nostálgicos. Nada más vale la pena destacar de su carrera hasta que dirigió la primera parte de esta nueva serie de zombies modernos. Aprovechando el filón, y por supuesto el éxito, Boyle contrató a un cineasta novato del archipiélago canario, con un sólo largometraje y muchos premios en su haber, para encargarle esta Exterminio 2. La novedad de la serie es que los muertos vivientes tradicionales tenían como limitación la lentitud de sus movimientos. En estos exterminios aparece una especie de zombies vivos que corren que da miedo. En consecuencia, aquí todo el mundo corre como loco. Unos para contagiar a las pocas personas normales que quedan en Gran Bretaña y los sanos para que aquéllos no los alcancen. El uso constante de la cámara en mano con el fin de darle una mayor sensación de realidad a toda esta cosa y un montaje basado en planos brevísimos van agotando al espectador. Como aderezo, chorros de sangre, vómito y otros fluidos corporales. El horror reside en eso, claro está. Mucho más que en la amenaza que padecen cinco personajes sin mayor interés dramático. La historia del virus que acaba con la humanidad no es muy original. Pero eso no sería importante si no fuera porque la película carece de propuesta conceptual alguna. En todo caso, y como mucho, el uso de unas cuantas imágenes de la ciudad de Londres completamente desolada o que los militares americanos que vienen a salvar a la humanidad formen parte de la amenaza son los elementos más efectivos del filme. Todo este pastiche de ciencia ficción, horror, acción y fatuidad, seguro hará de ésta una nueva serie de culto. Al fin y al cabo, este tipo de cinéfilos es uno los blancos predilectos de la industria. Estupendo. Así serán ellos los únicos dispuestos a pagar la entrada para ver Exterminio 3: el virus en París. Porque al final, los monstruos llegan a París, para ir justificando la próxima producción.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 14 de junio de 2007

lunes, junio 18, 2007

Las muñecas rusas (Les poupées russes, 2005)

Las muñecas rusas (Cédric Klapisch, Francia/Reino Unido, 2005) es la continuación de Una casa de locos (2002), del mismo director y mayormente con los mismos actores, que tuvo mucho éxito y sobre todo refrescó la temática contemporánea al recoger el nuevo espíritu europeo que empieza a manifestarse entre los jóvenes de la Unión. Así como la primera se centraba en la juventud estudiantil, la segunda lo hace en el momento crítico del umbral de los 30, cuando el trabajo y el amor empiezan a ser problemas. El tema se traslada así a un terreno más individual y aunque se mantenga el cosmopolitismo de relaciones y ocasiones, aquella primera idea se diluye en las vicisitudes clásicas de la comedia romántica y en su consiguiente banalidad. La película se salva por la simpatía y habilidad de los actores, los despreocupados divertimientos formales, los paisajes urbanos (París, Londres, San Petersburgo), las pequeñas invenciones psicológicas y costumbristas, y la gracia indudable de la metáfora de las muñequitas rusas, donde cada una, a la vez que encanta, estimula la curiosidad por abrir la siguiente. Se salva, pues.


Ambretta Marrosu
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 14 de junio de 2007

jueves, junio 14, 2007

Zodíaco (Zodiac, 2007)

Zodíaco (David Fincher, EEUU, 2007) brinda algunas satisfacciones. Hay ironía y amargura en el relato, pues trata sobre el fracaso de una investigación policial y periodística a lo largo de tres décadas. Un fracaso de esos ambiguos y crueles, que termina por trastocar la vida de los de personajes involucrados en la investigación. Quizás sobren un par de trucos efectistas destinados a crear un suspenso momentaneo, pero en general Fincher narra con sobriedad y evita mostrar los detalles sangrientos de los asesinatos, algo que se agradece.


María Gabriela Colmenares
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 7 de junio de 2007

martes, junio 12, 2007

Dinero, dimes y diretes

Después de muchos, muchos años, los cineastas agremiados en la ANAC y en CAVEPROL se manifiestan y expresan su desacuerdo con alguna medida gubernamental. Pero como ya es costumbre en nuestro país, la cosa termina siendo una interpelación personal y no una reflexión (política, cultural, económica) dirigida al gobierno o a los ciudadanos venezolanos. La cosa empieza cuando el MPP Cultura y la Asamblea Nacional deciden de manera discrecional, autoritaria y antinacional otorgar casi 18 millones de dólares a Danny Glover para realizar una película sobre el primer presidente de Haití. ¡Una decisión realmente escandalosa! Luego de unas tímidas declaraciones de algunos cineastas, los gremios hablan. Pero no a través de un comunicado público. No se les ocurre nada mejor que escribir una carta a Glover y lo que les resulta doloroso es el dinero. Sacan cuentas y conclusiones. Poco reflexionan sobre lo que ese acto significa para la política y la cultura nacionales. Al Ministro le da una pataleta y decide excluir a los cineastas de su ámbito. A esos cineastas que tanto rogaron a este gobierno para que aprobara una nueva Ley de Cine mal redactada y presentada a la Asamblea de manera inconsulta. De nuevo una reacción visceral y otra interpelación personal. Entonces los gremios, que creíamos muertos, nos recuerdan su lucha de 26 años por el cine nacional (aunque la lucha proviene, cuando menos, de 1967). Así, la polémica siempre será pobre e improductiva. Porque el asunto no es sólo el dinero y las cuentas, que son importantes. El problema es político. El problema es la actitud de nuestros gobernantes hacia los aspectos vitales de nuestra sociedad y, sobre eso, los 18 millones para Glover son sólo un reflejo.


Ricardo Azuaga
Publicado en Ultimas Noticias el jueves 7 de junio de 2007

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